Marco Ulpio Trajano fue uno de los mejores emperadores que tuvo Roma en todos sus siglos de historia. Ayudó a mejorar y a renovar la ciudad, construyó casas en los barrios más desfavorecidos como el de la Subura, aumentó la recaudación para intentar sacar de la pobreza a los ciudadanos, expandió las fronteras del imperio con batallas como la de la Dacia y levantó edificaciones que contribuyeron a perpetuar su memoria. Sin embargo, todo esto ha sido desconocido hasta hace relativamente poco tiempo. Siempre ha sido un personaje sobre el que se ha hablado escasamente, su historia apenas ha sido difundida y se ha visto oscurecida por la figura de su sucesor, Adriano, quien tuvo mucho que ver en esta circunstancia.
La mayor parte de las obras que impulsó son producto de la brillante mente de Apolodoro de Damasco, arquitecto del imperio durante muchos años y que consiguió dar forma a las peticiones y necesidades que le pedía el emperador.
Entre las construcciones que realizó se encuentra el importantísimo puerto de Trajano, ubicado en la zona de Fiumicino, en Ostia, cuyos restos han llegado hasta nuestros días. Su función era unir esta ciudad con Roma para mejorar el aprovisionamiento de la ciudad. Sin embargo, el grueso de las edificaciones las llevó a cabo en la capital del imperio, donde Apolodoro se encargó de renovar la ciudad con un gran foro y con una serie de edificios de ladrillos contiguos a él. Estaban destinados a la administración pública con la finalidad de agilizar el papeleo que necesitaba el gobierno de un imperio tan extenso ya en esas fechas. Para su construcción se nivelaron las laderas de las colinas colindantes, el Quirinal y el Campidoglio, lo que se convirtió en un ejemplo más de la ingeniería romana.
El posteriormente denominado como Foro de Trajano resolvió los problemas de congestión de la ciudad antigua que se producía en la Via Sacra. En esta zona, también se levantaron la basílica Ulpia (dedicada a la familia del emperador), una plaza, la columnata, las oficinas públicas anteriormente nombradas, una serie de bibliotecas y el templo del divino Trajano. En el centro de la plaza se añadió posteriormente la Columna como conmemoración por las victorias militares de la campaña de la Dacia. Hasta el año 1588 estuvo coronada por una estatua en bronce del César, pero en esa fecha fue sustituida por una de San Pedro, que sigue en la actualidad.
En cuanto a las edificaciones civiles destacan la construcción de un acueducto, que aseguraba completamente la llegada de agua a la ciudad; la ampliación de los canales subterráneos y los desagües de la Cloaca Máxima, con la finalidad de que el agua de lluvia no quedase estancada y pudiera ser evacuada correctamente hasta el Tíber. Para el ocio y la diversión del público reconstruyó y amplió el Circo Máximo, ya que el pueblo demandaba constantemente juegos de gladiadores y carreras de cuadrigas con las que pasar el tiempo y olvidar sus problemas.
A diferencia de sus predecesores, Trajano invirtió en las provincias mucho dinero para la renovación y remodelación de éstas. Esto se debe principalmente a que fue el primer emperador no nacido en Roma, ya que era de Hispania, y tenía otra concepción de cómo debía de ser la política del Imperio hacia sus provincias.
Como ejemplo de ello está el gran canal que construyó en Egipto y que unía el Nilo y el Mar Rojo. Además, fundó nuevas colonias como es el caso de la Colonia Ulpia Traiana, que surgió en la Dacia sobre las ruinas de Sarmizegetusa Regia una vez finalizado el conflicto. Precisamente, una de las construcciones más destacadas de este emperador y de Apolodoro de Damasco se dio en el contexto de la guerra con los dacios. Esta fue el puente sobre el río Danubio. Se trató de una obra colosal, que nadie pensaba que podía ser construida y que finalmente dio la victoria a Trajano sobre el rey dacio Decébalo. El puente tuvo 1.135 metros de largo y fue construido cerca de la ciudad de Drobeta. Su finalidad era garantizar el abastecimiento de las legiones afincadas en la zona e impresionar a los enemigos con el despliegue técnico y militar realizado.
No cabe ninguna duda de que Trajano fue uno de los emperadores que mejor gobernó para el pueblo de roma, no solo por las innumerables mejoras urbanísticas sino también porque se encargó de limpiar la corrupción que existía en el Imperio y dentro de instituciones como la justicia y el Senado, heredada de sus antecesores y de una de las épocas más convulsa de Roma como fueron los años de Domiciano.
Merece la pena indagar sobre la vida de este emperador tan desconocido para la mayoría de las personas. Para los interesados les recomiendo la obra “Trilogía de Trajano” de Idelfonso Falcone (de la que ya hablé en mi anterior entrada). Todavía está pendiente de publicar el tercer tomo pero los dos existentes son de una gran calidad literaria y reflejan muy bien la figura de este emperador y la sociedad en la que le tocó vivir.
Fuentes de la información:
es.wikipedia.org/wiki/Trajano#Construcciones
historiageneral.com/2009/11/10/las-construcciones-civiles-de-trajano/
Fuentes de las imágenes:
www.pelandintecno.blogspot.com.es/2013/10/el-puente-de-trajano.html